De visita en la ciudad

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Parro, Sixto Ramón (1812-1868)

   Toledo en la mano o Descripción histórico-artística de la magnífica catedral y de los demás célebres monumentos y casas notables que encierra esta famosa ciudad … / por Sixto Ramón Parro. Toledo : [s.n.], 1857 (Imprenta y Librería de Severiano López Fando).

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Sixto Ramón Parro (Villacañas 1812) era doctor en Jurisprudencia y abogado de los Tribunales del Reino, decano del ilustre Colegio de Toledo y profesor de Leyes en la Universidad hasta la extinción de ésta en 1845, siendo posteriormente nombrado alcalde de la ciudad. Desde que abandonó la alcaldía se dedicó fundamentalmente a la elaboración de Toledo en la mano y a la colaboración como articulista con su amigo Martín Gamero. Esta obra es, en palabras de García Ruipérez y Sánchez Lubián, «el libro de horas de los toledanistas», «un clásico que sigue resultando muy útil en la actualidad, aunque hayan pasado más de ciento cincuenta años desde su edición».

Según las memorias de Gregorio Marañón y Beltrán de Lis, es José Hurtado de Mendoza el que regala a su abuelo Marañón un ejemplar de Toledo en la mano, y es el que utilizaba Galdós para documentarse sobre Toledo.

 

 

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Toledo en la fotografía de Alguacil, 1832-1914 / Manuel Carrero de Dios... [et al.] -- Toledo : Ayuntamiento, 1983.

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  Toledo entre dos siglos en la fotografía de Casiano Alguacil, 1832-1914 -- Toledo :  Antonio Pareja, 2008.   (Colección Archivo  Municipal ; 8)

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 Monumentos Artísticos era el nombre del establecimiento comercial que regentaba y el nombre con el que comercializó parte de su obra. Parece que Galdós contaba con una extensa colección de fotografías de Casiano Alguacil, que, según contaba Gregorio Marañón, guardaba en su casa de Santander. Y es que Galdós visitaba periódicamente el establecimiento del fotógrafo para comprar centenares de vistas de la ciudad y, aunque no se prodigaba en la vida social de Toledo, Alguacil se cuenta entre sus amistades más duraderas.

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Marañón, Gregorio (1887-1960)

 Elogio y nostalgia de Toledo / G. Marañón.-- Madrid : Espasa-Calpe, 1941.

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 Marañón recuerda que Galdós había memorizado todo el callejero de la ciudad toledana para escribir parte de su obra Ángel Guerra (la mayor de las novelas del misticismo). Y al escritor y dramaturgo dedica el científico galeno uno de sus capítulos, en su obra literaria Elogio y nostalgia de Toledo, en el que se reseña cómo se informaba exhaustivamente de las cosas que le interesaban, en este caso la catedral primada. "Pocos, muy pocos, han conocido como Galdós el templo insigne, cuyas bellezas oficiales aprendió de libros... y canónigos... pero, como siempre, le interesaban aún más los aspectos entre bastidores y, para ello, el gran adecuado era Mariano, el campanero, que vivía en la torre; juntos recorrían las Claverías y pasaban a los tejados de la catedral”.

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Marañón, Gregorio (1887-1960)

    Amiel : un estudio sobre la timidez / por Gregorio Marañón.-- 1ª ed.-- Bilbao ; Madrid : Espasa-Calpe, 1932.

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 Gregorio Marañón es la persona que hubiera podido haber dicho todo sobre Galdós en una biografía, por la relación que, desde niño, tuvo con él y por el trato íntimo que le proporcionó ser después su médico de cabecera. Pero, precisamente, su pudor a revelar nada de alguien que había sido enfermo suyo echó por tierra todas sus tentaciones de hablar del gran novelista. Algo dice de él en su Amiel, al confesar que "no puedo dejar de pensar ahora en Galdós, igualmente soltero, por probable influencia de la emoción materna, hombre superviril y mujeriego, aunque tímido con las mujeres y de inagotable ternura para los niños".

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Gallardo, Bartolomé José (1776-1852)
 Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos / formado con los apuntamientos de Bartolomé José Gallardo ; coordinados y aumentados por M. R. Barco del Valle y J. Sancho Rayón.-- Madrid : Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1863-1889. 

 "Obra premiada por la Biblioteca Nacional, en la junta pública del 5 de enero de 1862, e impresa a expensas del gobierno" 

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La finca La Alberquilla había pertenecido al bibliófilo y bibliotecario Bartolomé José Gallardo, posteriormente lo adquirió don Sergio Novales, ingeniero agrónomo dedicado a la agricultura. Sentía tal admiración por Galdós que siempre le tenía preparada una habitación en la finca para que pasase allí alguna temporada. Su vida allí era tranquila. Dedicaba su tiempo a leer, escribir y recorrer los pueblos próximos.

Casiano Alguacil está considerado como uno de los mejores fotógrafos de la segunda mitad del siglo XIX en nuestra región, y como el fotógrafo de Toledo por excelencia. Su producción se inició ya avanzada la década de 1860 y continuó hasta los primeros años del siglo XX. Durante esos cuarenta años sus inquietudes artísticas le llevaron a reproducir detalladamente la Catedral de Toledo, las calles y plazas de la ciudad, así como algunos de sus conventos e iglesias (caso de San Juan de los Reyes). También reprodujo libros de la colección Borbón-Lorenzana, hoy en la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha, o cuadros de El Greco… El Archivo Municipal de Toledo conserva en la actualidad la mayor parte del legado original de este artista, que fue concejal de la ciudad durante la Primera República.

 Galdós visitaba con mucha frecuencia Toledo, además de las largas temporadas que pasaba en «La Alberquilla» propiedad de su amigo Sergio Novales. Incluimos en esta vitrina la obra de su gran amigo Gregorio Marañón que ya visitaba el hogar de D. Benito en Madrid cuando era pequeño junto a su culto padre, también amigo de Galdós y tertuliano en la casa del novelista. De ahí su enraizado aprecio y confidencias. Esta amistad se afianzó y creció a lo largo de los años hasta la muerte del literato ya que Marañón era su “mágico doctor de cabecera”: Galdós llamaba a Marañón “La facultad”.