Retratos de Toledo
Pero, como apuntábamos, no sería la única vez que Galdós eligiera Toledo como escenario de sus novelas, tampoco fue la primera. Y es que el escritor canario solía pasar temporadas en esta ciudad, frecuentemente acompañado de amigos, buscando el reposo de su intensa actividad literaria.
Los primeros escritos que Galdós dedicó a Toledo fueron dos artículos publicados en 1870 en la Revista de España que llevan por título Las generaciones artísticas de la ciudad de Toledo. En ellos hizo una descripción de la ciudad y de sus principales tesoros artísticos, ofreciendo una visión de Toledo que posteriormente desarrollaría en la novela Ángel Guerra.
La fascinación que sentía Galdós por Toledo es palpable desde los inicios de su actividad como escritor, ya que su segunda novela El audaz, que también apareció por primera vez por entregas en la Revista de España, tiene Toledo como fondo. Los Episodios Nacionales están asimismo salpicados de referencias a esta ciudad, aunque destaca el que lleva por título Los apostólicos (1879).
Y, aunque Galdós no situó en Toledo la trama de Tristana, el director Luis Buñuel se encargó de inmortalizar la ciudad en la adaptación al cine de esta novela de Galdós.