Biblioteca de Castilla-La Mancha

El Catálogo tipológico del cuento folklórico español (I)

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En las cartas que se escribían Julio y Maxime se ve el lento y continuo método de trabajo.

Primero “fichaban” las colecciones de cuentos cada uno por su lado. “Fichaban”, es decir, hacían la ficha de cada libro: revisaban todos los cuentos de la colección y asignaban los tipos correspondientes a cada uno de ellos.

Después ponían en común el trabajo de cada uno, prestando atención a las diferencias, si las había, entre ambas fichas y a los textos que planteaban dudas.

Cuando ya quedaba la colección lista, y tras revisarla, pasaban la ficha de colecciones a las fichas tipológicas, que es esto que puedes ver aquí. También las fichas de los tipos eran revisadas de vez en cuando e iban creciendo con cada nueva referencia que se incluía.

En una carta del 13 de febrero de 1983, Julio le habla de este trabajo a Maxime: “Con respecto a nuestro trabajo, ahora estoy pasando las fichas de colecciones a fichas tipológicas (recibí sus últimas fichas; muchas gracias). Esto me está obligando a una cosa que no quería hacer todavía: repasar sus fichas.”

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Explicación de la ficha.

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Desde que en 1911 Aanti Aarne publicara la primera propuesta para catalogar los cuentos de tradición oral, han sido muchos los catálogos tipológicos de cuentos que se han ido publicando en todo el mundo.

El catálogo tipológico organiza todos los tipos de cuentos que se han recogido en un territorio o en un ámbito lingüístico, clasificándolos y referenciando todas las variantes conocidas de cada tipo de cuento. Es, por tanto, un trabajo colosal, que precisa tener amplios conocimientos del tema y tener acceso a todas las colecciones de cuentos publicadas hasta el momento.

Maxime Chevalier y Julio Camarena iniciaron su proyecto del Catálogo tipológico del cuento folklórico español a principios de la década de los 80, como se puede ver en algunos fragmentos de las cartas que intercambiaron.