Siglo XVI. Burgos. Una ciudad comercial
Burgos se transformó desde finales del siglo XV en una ciudad de carácter comercial gracias a su estratégica posición geográfica. Como consecuencia, pese a no tener universidad, disfrutó de un número relativamente alto de talleres de impresión.
Fadrique Biel de Basilea, quien había introducido la imprenta en la ciudad en el sigo anterior, continuó su actividad impresora en los primeros años del siglo XVI (Cronica del famoso cavallero Cid Ruy Diez Campeador, en 1512). A su muerte, le sucedió su yerno Alonso Melgar. Por su parte, Juan de Junta, cuyo taller principal estaba en Salamanca, se casó con Isabel de Basilea, viuda de Alonso Melgar, haciéndose cargo de este taller. Por último, Martín de Vitoria imprimió, entre otros, el Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales, de Cristóbal Acosta, naturalista portugués de origen español, pionero del estudio de las plantas orientales.