Siglo XVI. Madrid
La imprenta no llegó a Madrid hasta 1566, poco después de la decisión de Felipe II de trasladar aquí la Corte, lo que se tradujo en un rápido desarrollo de la ciudad. Los primeros impresos llegaron de la mano del francés Pierres Cosin y de Alonso Gómez, que venía ejerciendo de librero. La sociedad duró dos años escasos, después cada uno montó su propio taller. Cosin trabajó en la ciudad hasta 1579, mientras que Gómez, cuyos trabajos eran de una calidad muy superior, hasta la década de los 80. Fue, además, Impresor del Rey, como así consta en este ejemplar que exponemos.